DOS RAZONES PRINCIPALES PUEDEN CAUSAR ESTE DAÑO:

• Cuando el diente ha recibido un fuerte golpe y, se rompa o no, el diente pierde su vitalidad.
• Por una carie que no ha sido tratada a tiempo y la infección llega a la pulpa dentaria.

Masticar no debe representar ninguna molestia si tus dientes están sanos. Por tanto, el hecho de que te duela masticar es un indicio de que existe un problema. Incluso si no puedes ver ninguna alteración en tus dientes o encías a simple vista, pero todavía sientes dolor o malestar al comer, es posible que necesites una endodoncia. Incluso sin masticar, hay casos en los que las personas necesitan una endodoncia. El tratamiento experimenta dolores agudos repentinos en uno de sus dientes.

Una de las causas más comunes por las que se puede necesitar un tratamiento de conducto es después de un traumatismo o un golpe en uno de sus dientes. Es posible que uno de tus dientes se haya roto y no te hayas dado cuenta. Si el trauma afectó el nervio del diente, comenzarás a notar cambios de decoloración en el diente porque el área ya no recibe el mismo flujo sanguíneo que antes.

El tratamiento de conducto es necesario cuando la raíz del diente se ve afectada, como ya sabemos, por caries o traumatismos. Al ser un problema en la pulpa, es habitual que las encías u otras partes blandas que rodean el diente se inflamen, la inflamación en tus encías también pueden indicar que padeces un proceso infeccioso en la raíz por lo que necesitarás una endodoncia con más urgencia.

Si hay un proceso infeccioso que afecta la raíz de tu diente y no se atiende a tiempo, la infección puede crear un absceso con pus que generará un sabor extraño en la boca y halitosis. El tratamiento del conducto radicular o también llamado endodoncia proporciona la limpieza y el tratamiento ideales para superar estos dos síntomas incómodos.